¿Cual es la mejor tarifa eléctrica para nuestra casa de vacaciones?
¿Cúal es la mejor tarifa eléctrica para nuestra casa de vacaciones?
En nuestra segunda residencia también se puede lograr el ahorro energético durante el periodo de vacaciones en el que nos vamos a instalar. Está claro que si el propósito es desconectar por completo de todas las obligaciones, como el trabajo, la factura eléctrica tampoco se encuentra entre los asuntos primordiales por los que debemos estar al tanto. No obstante, existen varios sistemas que se pueden mejorar para garantizar así la eficiencia en el consumo de energía.
Sistemas de iluminación y electricidad de la segunda casa
La luz, pese a que se enciende poco, continúa consumiendo y aumentando la factura de manera puntual. Es probable que la potencia que se precise sea elevada durante un periodo corto de tiempo, lo que puede encarecer el recibo eléctrico. Y no es para menos: varios ordenadores, televisores, electrodomésticos y sistemas que de golpe se encienden y cobran vida en un espacio.
Una de las maneras más eficientes puede ser la compra de bombillas LED, de baja densidad, que no solo ahorran una estimación de un 20 % en la factura de la luz, sino que, además, garantizan la eficiencia energética, ya que solo gastan lo que consumen. Su perdurabilidad es de una media de unos 10 años, mucho mayor que las incandescentes.
En cuanto a la facturas eléctricas, se propone valorar la posibilidad de:
- Cortar el suministro cuando se abandone el hogar. Si se trata de una estancia corta, lo mejor es dar de alta el servicio una vez al mes o dos y luego llamar para darlo de baja. De esta manera, se realiza un ahorro de 11 o 10 meses.
- Realizar una bajada de potencia, una solución eficiente que puede recortar hasta 60 euros al año. Como se trata de una casa para descansar, en teoría no se debería de admitir más de 3.45 kW.
- Cambiar de tarifa puede ser la alternativa, ya que puede no estar ajustándose a las necesidades de la casa vacacional en cuestión. Es necesario revisar cada cierto periodo de tiempo las diferentes opciones del mercado y valorar la que mejor nos convenga.
Ahorro en gas durante la estancia en la casa vacacional
Pero, sin duda alguna, donde mejor se puede experimentar el ahorro es en los sistemas de gas y de calefacción. Supuestamente, la calefacción apenas es necesaria, debido a que durante el periodo vacacional no suele hacer frío. De esta manera, la calefacción, que supone el 40 % del presupuesto total de la factura eléctrica mensual, se puede evitar. En tal caso, las bombonas de butano o de propano puede considerarse como alternativas a los sistemas habituales.
Si bien en la primera residencia sí que se puede optimizar una instalación de calefacción que sea capaz de funcionar en toda la casa, ya que no solo pasamos el invierno sino que, al ser el hogar donde mayormente se pasa la mayor cantidad de tiempo, se precisa cierta comodidad. Por lo tanto es comprensible en este caso, pero no es necesario que se realice el mismo montaje en la segunda residencia, puesto que el uso de la energía no es el mismo y, por ende, no sale rentable a nivel económico.
Como se trata de un hogar temporal, la compra de bombonas garantizan el ahorro en este tipo de casas que se encuentran alejadas de la metrópolis y en los que el gas natural, por ejemplo, no llega. Puede que con una año, incluso media, sea más que suficiente para garantizar agua caliente en la casa.
La conexión a Internet en la segunda casa
Para garantizar el Internet en tu segunda residencia lo más recomendable sería contratar un bono que dure cierta temporada para ampliar la tarifa de datos de los teléfonos móviles. La compra de un router podría valer si no fuese la residencia habitual, pero ya que solo se emplea para periodos vacacionales, el mercado de telefonía ofrece tarifas para el verano que compensan al bolsillo. Por ejemplo, contratar megas ilimitados durante un mes para poder conectar también el ordenador o la televisión a Internet.
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