Un paseo por el Port de Sant Miquel, Ibiza
Los distintos tipos de playas que encontramos en Ibiza hacen que la costa sea de lo más variopinta y principalmente predominan las calas, ese tipo de playas que suelen formarse en las desembocaduras de torrentes. Algunas, en tiempos remotos fueron usadas como puertos naturales y este es el caso del Port de Sant Miquel, una bella playa que nace a los pies del pueblo de homónimo nombre y donde hay todo tipo de actividades para disfrutar de todo lo que el verano ofrece.
¿Nos acompañas a descubrir este pequeño rincón de la costa norte de Ibiza?
Port de Sant Miquel y alrededores
Este bello enclave natural se ubica en el noroeste de Ibiza, a tres kilómetros del pueblo de Sant Miquel. La magia del paisaje se halla en la bahía que conforma el Port de Sant Miquel, custodiada por la Illa des bosc que se une a Ibiza por un paso de arena. Esto provoca que haya muchos rincones tranquilos donde descansar más allá de la playa principal. La primera zona que encontrarás cuenta con toda clase de servicios: restaurantes, souvenirs, bares… todo ello construido alrededor de la playa más grande pero sin eclipsar el paisaje. En el arenal hay espacio suficiente para encontrar siempre un hueco para la toalla e incluso cuenta con una rampa para pequeñas embarcaciones. Esta playa suele estar frecuentada por familias al ser tranquila y segura. Si te adentras en el bosque por el sendero que parte a la izquierda de la orilla de esta playa llegarás hasta Caló des Moltons, una minúscula cala de pescadores con fondos marinos hipnotizantes. Es aquí donde se halla el chiringuito Utopía, un local de aire bohemio que hará más agradable tu estancia en esta cala. Si eres valiente, te animamos a que sigas recorriendo la costa por los pequeños senderos del bosque hasta llegar a la siguiente playa, Pas de s’Illa, conocida como el acceso a la Illa des Bosc. Aquí también se puede llegar con tu vehículo si sigues el camino a la izquierda en dirección Na Xamena, al comienzo del puerto de Sant Miquel. Cerca de esta playa, encontramos también lugares singulares que forman parte de la historia de Ibiza: la Torre des Molar, sobre los acantilados de Pas de s’Illa, y La cueva de Can Marçà, en la zona norte de la playa, lugar frecuentado por los contrabandistas en épocas pasadas. Por último, debes saber que de esta playa parte un barco que te conducirá a Benirràs, la playa más próxima en dirección norte cuyo acceso es a veces complicado por ser muy visitada.
Qué hacer
Prepárate porque en Port de Sant Miquel hay muchas actividades por hacer más allá de tomar el sol, jugar a las palas o darse un baño. Aquí podrás alquilar pequeñas embarcaciones para dar una vuelta por la bahía, también encontrarás kayaks si lo prefieres hacer practicando algún deporte. Si lo que quieres es practicar snorkel, Caló des Moltons es tu rincón, con bellos fondos de roca donde conocer de cerca las especies marinas de la costa ibicenca. ¿Quieres más? Pues nada como visitar Pas de s’Illa, allí podrás hacerte con un Paddle Surf y visitar las minúscula calitas de casetas de barco que se reparten a lo largo de todo el camino. Si la visita la realizas en meses más fríos, también es buena ocasión para practicar un poco de senderismo y subir hasta la Torre des Molar para disfrutar de las impactantes vistas que se contemplan desde su cima y así también descubrir de primera mano cómo eran estas fortificaciones de época medieval. También vale la pena visitar la Cova de Can Marçà, un enclave natural único donde luces y cascadas harán esta visita mucho más espectacular. No olvides tomar una foto del paisaje desde su entrada, goza de la mejor panorámica desde el lado norte de Port de Sant Miquel. Y para terminar, toma alguna de las barcas de paseo que te llevarán hasta Benirràs, una playa magnífica para contemplar la puesta de sol en todo su esplendor y disfrutar de los tambores hippies que resonarán de fondo.
Qué comer
En el norte de la isla se encuentran muchos de los mejores restaurantes familiares y tradicionales, especialmente si se trata de lugares como Sant Miquel que cuenta con ese encanto de pueblo pequeño. El puerto no va a ser menos, por eso aquí destaca el restaurante Port de Balansat, un restaurante ibicenco de toda la vida, especialistas en bullit de peix y lo mejor de la cocina marinera. Este restaurante familiar es muy conocido en la isla y probablemente sea uno de los mejores a la hora de preparar esta clase de platos. Si te gusta más comer algo sencillo en un restaurante de estilo desenfadado nada como Can Tothom o Can Pascual, dos restaurantes con alma de chiringuito donde encontrarás una amplia carta de platos de todo tipo a precios asequibles, ambos a orillas de la playa principal. Por último, no olvides dejarte caer por Caló des Multons los viernes o sábados, pues Chiringuito Utopía te sorprenderá con su estupenda sardinada, un menú ideal para el verano.
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